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Historia  del  origen de  los  Tobas




El hombre de anta�o:

Dec�an que cuando reci�n comenz� a existir la tierra, hab�a algunas personas, pero eran muy poquitas, y no hab�a ninguna mujer. Solamente hab�a hombres, pero no eran seres humanos como nosotros porque no hab�an nacido de mujeres.
Y muchos de ellos ten�an alas y plumas.
Por eso aquellos hombres para poder reproducirse, inventaron una idea.
Dijeron: Vamos a usar calabazas secas. Entonces tomaban calabazas secas (como las que usamos para tomar el mate) y depositaban en ellas los reproductores y las tapaban muy bien con cera que sacaban de los panales de avispas. Pero cuando llegaba el nacimiento de las criaturas, ellas quer�an alimentarse y comenzaban a chupar la tierra porque no ten�an leche para mamar y luego se mor�an por alimentarse solamente de tierra.

Aparecen las mujeres:

En aquellos tiempos, esos hombres iba mucho al r�o, a pescar para comer. Despu�s se volv�an a sus casas y comenzaban a prepararse la comida. Y com�an cosas crudas, pues no hab�a fuego tampoco.
Y hubo un d�a en que fueron a pescar. Y dejaron a uno de ellos para cuidar la comida que ten�an en sus casas. Y cuando ya estuvieron lejos el que dejaron de casero escucho risas y percibi� que las risas ven�an unas cuantas mujeres. Y cuando ya estuvieron lejos el que dejaron de casero escucho risas y percibi� que las risas ven�an de lo alto. Entonces levanto la mirada y vio que ven�an unas cuantas mujeres. Y cuando el se fue hacia ellas, queriendo enfrentarlas, ellas lo golpearon en la boca con un pedazo de braza y el no pudo hablar m�s. Entonces ellas le robaron la comida y se fueron de nuevo para arribar.
Y ese hombre que fue dejado como casero era un Loro.
Y paso mucho tiempo hasta que regresaron los otros hombres, sus compa�eros.
Ellos ven�an muy cargados de peces. Y delante de ellos ven�an uno llamado el Zorro Sagaz, todo enrojecido por la sangre de una presa, y caminaba delante de ellos.
Y cuando llegaron a sus casas comenzaron a prepararse su comida.
Y en ese momento vieron que les hab�an robado la comida que dejaron antes.
Entonces le preguntaron el Loro:
- � De donde ven�an los que robaron la comida?
Entonces el loro indico con la mano hacia el cielo, porque el no pod�a hablar, porque su boca hab�a sido golpeada con un tiz�n de fuego.
Y al otro d�a esos hombres se fueron a pescar de nuevo. Y esta vez lo dejaron de casero a uno llamado Aguila, que era un �guila chifl�n y que chiflaba de esta manera: �Viuf, viuf�. Y si alguien venía, el Aguila iba a chiflarles y les iba a avisar. Y el Aguila aceptó con gusto:
- Si yo me quedaré.

Vuelven las mujeres:

Y cuando sus compa�eros se hab�an alejado, el Aguila se escondi�.
Y poco despu�s escucho que ven�an las mujeres bajando del cielo.
Y mientras ven�an se re�an todo el tiempo. Por eso el Aguila las o�a. Entonces el se dijo dentro suyo:
- Son algunas mujeres. Ellas son las que vinieron antes.
Y las mujeres cada vez mas se acercaban a la tierra bajando en una soga desde el cielo y cada vez que bajaban un poco mas les sal�a un resplandor que iluminaba el lugar. Y cuando la soga toco la tierra, ese hombre llamado Aguila quedo enceguecido, y las mujeres le hecharon brazas encima y el pego un salto para escaparse, pero ya hab�a sido quemado. Y ellas volvieron a robarles la comida que guardaban en las casas.

Captura de las mujeres:

Mas tarde volvieron los otros hombres aquellos, y el Aguila les explico lo sucedido, dici�ndoles:
- Quienes est�n robando nuestra comida son mujeres que ven�an del cielo bajando en una soga, pero cuando la soga toco la tierra sali� un resplandor que enceguecio mi vista y yo me quede ciego. Y yo digo que solamente el compa�ero Chiiqu� (el Carancho) si �l planea atraparlas, tal vez pueda saber la manera de hacerlo.
Entonces el Carancho dijo:
- S�, s�. Ma�ana voy a hacer mi plan, cuando ellas aparezcan. Porque primero tengo que verlas y saber bien de donde provienen. Y entonces voy a saber como atraparlas.
Entonces aquel que es llamado Chiiqu� (el Carancho) fue propuesto para casero, y acepto con gusto.
Y dejaron convenida una se�al. Si �l las estaba capturando, tenia que chiflar �Viuf, viuf�. Y en caso de que no pudiese contra ellas, tendr�a que escaparse.
Al otro d�a ellos se fueron otra vez a pescar. Y cuando ya se hab�an alejado bastante, el Chiiqu� escucho que ven�an ( porque se re�an constantemente: ja, Ja, ja, ja, ja ). Y cuando estuvieron cerca de la tierra, el Chiiqu� se dijo dentro suyo:
- Ellas son poderosas. Pero yo tambi�n soy poderoso, como ellas.
Y las miraba para arriba.
Y con toda rapidez vol� hacia el cielo, y cuando ya estuvo en medio del cielo, agarro la soga y la corto.
Entonces las que estaban abajo de la soga cortada se cayeron y las que estaban arriba del corte se escaparon, volvi�ndose hacia el cielo.
Y algunas de las que cayeron quedaron enterradas bajo el suelo y otras quedaron en la superficie. Entonces, aquel llamado Chiiqu� con toda rapidez se fue hacia donde se hallaban los otros, que estaban pescando, y dio unos fuertes chiflidos �Viuf, viuf�( que era la se�al convenida). Y entonces los otros se dijeron:
- R�pido, vamos para all�, seguro que Don Chiiqu� las capturando.
Entonces el que era el jefe, el m�s grande en estatura, llamado Tuyango, se fue adelante. Toda su ropa era roja. Pero el Zorro Sagaz corri� m�s r�pido que el Tuyando, y llego primero que todos ellos que ten�an alas ( �nicamente el Zorro Sagaz no tenia alas ni plumas).
El zorro observo hacia todos lados y vio una mujer, la m�s bonita de todas, y se apodero de ella y la meti� dentro de su casa y sin perder tiempo la cubri� con su cuerpo y copulo.

Las Mujeres eran can�bales:

Pero la mujer le corto su miembro reproductor y se lo comi� con la vulva y el zorro Sagaz sali� corriendo de su casa, mostr�ndose muy dolorido y los otros le preguntaron:
- � Que le paso, que le paso?
Y �l respondi�:
- No tengo mas, no tengo mas el miembro viril, es como si ella tuviese dientes en la vulva que me arrancaron el miembro. Ahora no lo tengo m�s.
As� fue accidentado el Zorro Sagaz, y los otros le dec�an:
- � acaso no puede resolver su problema? Cuando usted se propone realizar alguna cosa no le cuesta nada hacerlo.
Entonces �l dijo:
- Voy a buscar la manera de arreglarlo.
Y entonces se fue a caminando por adentro de un monte hasta que encontr� un �rbol Garabato, y le saco una ramita, y la limpio muy bien, y luego se la injerto en el lugar del miembro que hab�a perdido. Por eso hasta el d�a de hoy se puede notar que los zorros tienen una cicatriz por causa de ese defecto.

Se forman parejas:

Despu�s del Zorro Sagaz todos agarraron para si mujeres y el que no tubo la suerte de encontrar esposa fue el quirquincho, porque no hubo suficientes mujeres.
Pero el Quirquincho sigui� escarbando la tierra, porque hubo mujeres que al caerse del cielo quedaron enterradas, y sigui� hasta que le ara�o el ojo a una y la dejo tuerta, pero �l la desenterr� igual y la tomo por esposa y no le importo que ella se quedo tuerta, al contrario el estaba muy contento y la palmeaba a su mujer.
Y aquel de ellos llamado Chiiqu�, viendo lo que hac�a tomo la palabra para aconsejarles, diciendo:
- Que ninguno de ustedes se atreva a dormir junto con nuestras mujeres, para que no les pase como al Zorro Sagaz. Esperen compa�eros mientras yo voy a tratar de encontrara la manera de solucionar esto.
Entonces todos le dijeron:
- � urgente!!!!! Hay que encontrar la forma de solucionar este problema.
Al otro d�a temprano, Chiiqu� vol� hacia el cielo y all� arriba chiflo tres veces �viuf, viuf, viuf�. Y enseguida vino una mosca muy grande y le pregunto:

Los hombres obtienen el fuego y pacifican a las mujeres:

- � Que estas deseando, Don Chiiqu�?
- Yo estoy deseando que venga un viento fuerte y fr�o con lluvia, porque tengo un asunto muy importante que quiero resolver.
Entonces la mosca le dijo:
- S�, como no.
Y enseguida la mosca se fue con mucha velocidad y al ratito que se fue, vino un viento fuerte y fr�o, que hacia temblar a las mujeres aunque ellas eran robustas.
Y antes que ellas reaccionasen, Chiiqu� les quito el fuego que llevaban y as� las domino.
Entonces Chiiqu� preparo una fogata y las mujeres temblando de fr�o rodearon las llamas y comenzaron a cocinar pescados, as�ndolos, y se alimentaban comiandolos a trav�s de la boca y la vagina.
Y aquel de ellos, llamado Chiiqu�, que hab�a planificado lo ocurrido, ten�an en sus manos una piedra y las observaba y apenas comenzaron a comer le tiro una piedra contra la vagina a una de ellas para romperle todos los dientes, que eran como los dientes de una Palometa, y despu�s hizo lo mismo con las dem�s. En ese momento las mujeres quedaron normales y desde entonces aquellos hombres comenzaron a reproducirse a trav�s de las mujeres.
Pero el zorro sagaz les hablo de nuevo:
- Hermanos, debemos cambiar nuestra forma, por eso tienen que sacarse sus alas y sus plumas.
Pero el jefe Tuyango, de plumas rojas, que le ven�an teniendo rencor, al Zorro, Dijo:
- No no podemos sacarnos nuestras alas, � Por qu� tenemos que hacerlo?
- Cuando nos hizo el que nos creo, nos hizo con alas. Si nos sacamos nuestras alas y plumas vamos a ser muy chicos, en cambio usted Zorro Sagaz, ya esta preparado para caminar sobre el suelo, as� que usted ya esta habituado a esa forma.
- Bueno, bueno, yo dec�a nom�s. As� que sigan adelante con los preparativos ( contesto el zorro Sagaz, que tenia envidia de las plumas y las alas y quer�a volar)

Hogar

Y volvi� a hablarles el Zorro:
- Hermanos m�os, yo s�. Todos vamos a tener hijos, por eso tenemos que tratar de quedarnos en un lugar estable para siempre.
- Y al otro d�a se reunieron aquellos hombres para conversar de lo que dijo el Zorro Sagaz y empezaron a hacer su casa, porque cada uno tenia una mujer, y eran muy felices.
Y aunque aquellos hombres no cambiaron la forma de sus cuerpos, continuaron cambiando su forma de vivir, porque se olvidaron de la idea de usar calabazas, con las cuales hab�an intentado hacer la reproducci�n, pero hab�an fallado, porque cada criatura que nac�a adentro de una calabaza se mor�a enseguida porque para alimentarse succionaba tierra. Y otros hombres empezaron a crecer, y estos eran realmente seres humanos, porque eran mujeres las que los conceb�an. Mucho tiempo despu�s eran numerosos los hombres concebidos por las mujeres, que los alimentaban haci�ndoles succionar leche de sus senos.

Chiiqu� (Don Carancho) es famoso y de confianza.

Y dijo don Chiiqu� un d�a:
- Hermanos m�os, les aconsejo que guarden bien el fuego porque es muy escaso.
Porque el fuego fue triado por aquellas mujeres cuando reci�n llegaron y les fue quitado, y era el mismo Chiiqu� el que cambio el curso de la vida de aquellos hombres. Por eso cuando hab�a alguna noticia de alguna mujer u hombre can�bal, �l buscaba la mamera de eliminarlo, as�  que �l era el que eliminaba a cualquiera que se transformaba en monstruo. Porque  aquel Chiiqu� era muy poderoso y siempre lucia su poncho de colores. Por eso cuando la gente ve�a que Don Chiiqu� estaba llegando tenia confianza en �l, porque �l era quien los proteg�a en su campo donde habitaban. Y las personas que transgred�an algunas reglas eran las que se volv�an monstruos y llegaban a comer carne cruda y hac�an otras cosas peores.
As� paso con algunas mujeres que estaban menstruando y comieron comida que les estaban prohibidas para las �pocas de su regla menstrual en la historia de los tobas.

   
 
 
 
Paraná Insurgente - Todas las obras son propiedad de sus autores - Rosario, 2002