"...si la memoria no se practica ... si la memoria no la hacemos presente, entonces no sirve."

Lo que me cont� Herminia
por ana
 

Herminia es una madre de aqu�. A ella le desaparecieron a su hija, Adriana, durante la �ltima dictadura militar.

Fue as�, sin preguntas.

Me llamo Herminia Severini, nac� en el campo. Tengo 75 a�os, y de chiquita me toc� vivir detr�s de mis hermanos, porque soy la pen�ltima de una familia de 16 hermanos. Siempre detr�s del dolor. Se ve que siempre mi vocaci�n ha sido cuidar la parte humana.


Despu�s, a los 11 a�os, mi hermano que tenia 20 a�os se accident�, cay� de un sulky domando un potro, y ah� hice un trabajo de enfermer�a, a nivel autodidacta, pero lo acompa�� en cada momento, despu�s falleci� mi hermano y no pude terminar la escuela primaria.

De grande, con mis treinta a�os, me divorcio, con dos criaturas: un var�n, Daniel Enrique, y una nena, Adriana Mar�a Bianchi, 7 a�os Daniel y 7 meses Adriana. Bueno, sin un t�tulo, sin capacitaci�n, empec� a trabajar de mucama en un sanatorio, y como mi vocaci�n era estar en contacto con el enfermo pero atenderlo, agarr� coraje y dije me voy a capacitar, porque voy a tener m�s campo de acci�n y las necesidades en casa para mantener y cuidar a los chicos, porque el pap� ol�mpicamente se borr�.

 
 

Entonces, trabajaba de mucama, y estudi� enfermer�a lo cual me brind� mucho, mucho placer a nivel humano. Fue muy interesante todo el aprendizaje, toda la pasi�n por criar a esos hijos y tratar de que no les falte nada, fue una linda experiencia trabajar con compa�eras, tambi�n cost� mucho, por la opresi�n de la parte patronal. Siempre he trabajado en sanatorios privados, donde ellos ganaban mucho pero al personal se le paga muy poco

... pero esa lucha me hizo fuerte, me demostr� que juntos, todos, pod�amos hacer muchas cosas. Ese ejemplo se los daba, a mi hijo y a mi hija, est�bamos unidos. Mi hijo no queria seguir estudiando la escuela secundaria porque dec�a que no le hac�a falta porque el quer�a ser chofer de camiones. Yo le planteaba que no, que hab�a que estudiar y saber defenderse. En cambio mi hija no, ella dec�a que ten�a que estudiar, capacitarse, porque ella quer�a que yo dejara de trabajar y ella iba a ser la que iba a estar al frente. Ella s� hizo la escuela primaria bien, nunca se llev� ninguna materia.

Yo trat� de ayudarla, el sueldo era muy bajo, y entonces, le consegu� una beca, as�, con mucho sacrificio. Tambi�n porque ella ten�a buenas notas. En primer a�o, se enferm� de hepatitis, y ese a�o perdi� la beca y la recuper� al a�o siguiente.

Adem�s, ella estudiaba ingl�s, era maestra de ingl�s y bueno, entonces, Adriana hab�a repetido el a�o y yo le dec�a, vos si quer�s, pod�s prepararte para rendir libre y as� lo hizo. Organiz� con otros chicos y rindieron quinto a�o libre y eso fue muy hermoso porque ahora, despu�s de tantos a�os me encontr� con un compa�erito de ella, �l hoy todo un hombre, y me dijo: tengo que decirle algo, si no era por su hija yo no rend�a libre, ella nos empuj�, ella ten�a esa fuerza de luchar, emprendedora.

 
 

Mi hija dec�a que hab�a que prepararse bien para poder tener un sueldo m�s digno.

As� fue, mis dos hijos estuvieron siempre en la lucha conmigo, por pan, carne, leche barata, por todas la necesidades que siempre hubo.

Yo les digo a los chicos de ahora, que si uno se traza una meta, y lucha, seguro que lo va a conseguir, con anhelo, con sacrificio con tes�n, la lucha da resultado positivo, porque esa fue mi vida y mi trayectoria...

 
 
 

Cuando Adriana ... fue una �poca hermosa. En toda Am�rica Latina se presentaba ya un cambio social hacia un socialismo, era una fuerza. A los chicos, les parec�a que en esa �poca se iba a producir el cambio. Una, que era idealista, tambi�n cre�a que ten�amos una oportunidad...pero despu�s, cuando ya las cosa se pusieron m�s duras... cuando empezaron a castigar y reprimir en las calles, ya se ve�a que esa comunidad ese cambio social, no lo iban a permitir.

Equivocados o no, confiados, los j�venes, lucharon. Cre�an que iban a producir el cambio, yo, con un poco m�s de experiencia, ten�a mis dudas. Les dec�a que el pueblo no estaba preparado para ese cambio social, pero ellos estaban convencidos de que si; y lo peor de todo: los dirigentes. Fueron los traidores que entregaron a mucho de nuestros hijos a los militares, se han transformado en dirigentes a favor del gobierno, traicionando al pueblo y a la sociedad entera, porque son traidores, son traidores, al servicio de la burgues�a y del capitalismo. No tienen miedo de ser serviles y traicionar al pueblo y eso no sirve.
 
Entonces, Adriana era joven, cuando desapareci� ten�a 21 a�os (4-1-77) y el 16 de febrero hubiera cumplido 22 a�os.
 
Ella me dec�a "mam� vos me ense�aste a pelear y a luchar y hay que llegar hasta el final". S�, pero el final...cuando hay tanta gente desaparecida, yo veo que se los llevan y no vuelven m�s, y no sabemos donde est�n de un d�a para el otro. Seguro que un d�a vengo y no te encuentro � y qu� hago yo? - No, vos quedate tranquila que soy yo la que te tengo que dar la noticia.--..pero si vos no das noticia?.- Bueno no vayas nunca a la polic�a a buscarme, porque es lo peor que pod�s hacer.
 

Bueno yo viajaba. Ella estaba en Santa Fe, en una localidad a unos 60 km. de Rosario, y nos ve�amos el primer domingo y el �ltimo de cada mes. Yo viajaba a verla, y a mitad del mes, me llamaba porque ten�a que ir a buscar la ropa porque dorm�an en una pensi�n o en una casa, y se ten�an que ir porque los persegu�an. Yo siempre insist�a, en que adentro ten�an traidores, pero ella era joven y eso no lo ve�a y hasta que un d�a en Santa Fe sali� la noticia que abatieron a cuatro, ellos dec�an un enfrentamiento, los militares dec�an que era un enfrentamiento.

 

Yo sigo diciendo que fue una emboscada, o por ah�, los levantaban cuando estaban durmiendo. No s�lo que se los llevaban a ellos sino que robaban todo, porque adem�s de asesinos, eran ladrones.

 

Hasta que un d�a apareci� el nombre de ella en el diario ... que la hab�an abatido ... que estaba muerta.

Tuve que viajar a ver si realmente era su cad�ver. En ese momento, ellos nos quer�an dar un cad�ver a cada uno, hombre o mujer, no les importaba. Los milicos pensaban que d�ndonos un cad�ver cualquiera, nosotros nos �bamos a callar.

Yo aunque la hubiera encontrado, no pensaba hacerme cargo de nada: si ellos la mataron ellos ten�an que enterrarla. Ahora me doy cuenta que eso hubiera sido lo ideal.

Yo no encontr� el cad�ver como miles de madres no encontraron a sus hijos ... porque ellos no dicen d�nde est�n, si bajo tierra o en los campos. S� que en los cementerios de los pueblos, de las localidades, los llevaban y los colocaban en fosas comunes. Algunas fosas est�n abiertas y se han recuperado algunos cad�veres, pero en ese momento no exist�a el ADN y s�lo los pod�amos reconocer por la ropa, el cabello, o por las u�as.

Era muy dif�cil reconocer un cad�ver porque, porque estaba a-se-si-na-do, por un tiro en la sien, uno en el coraz�n y otro en los genitales. As� era, con violencia y ensa�amiento. Explicarlo es muy dif�cil. Vivimos terror, y ahora, en estos momentos, comprendo a la gente que todav�a tiene miedo.
 

Los militares crearon un terror para el resto de la vida. Esto tratamos de decirles a los j�venes. Sobre todo que est�n unidos, que se cuiden, pero que no dejen de luchar, que esto no termina, y nosotros llevamos la palabra, la memoria ... pero si la memoria no se practica ... si la memoria no la hacemos presente, entonces no sirve.

Nosotras no podemos permitir lo que est�n haciendo ahora. Se llevan a los chicos a las jefaturas, o a las c�rceles, y despu�s los torturan y los matan, porque piden un lugar digno, comida digna. En un espacio donde pueden alojarse 10 chicos hay 25 y los tratan como animales, no tienen un concepto humano, se ha perdido el concepto humano, ellos hicieron algo tan inhumano que es dif�cil explicarlo.... pero lo hicieron. Por ejemplo, las madres que estaban embarazada, las muchachas, chicas j�venes de 22, 23, 24, 25 a�os ... embarazadas de 6, 7, 8 meses, otras por parir. Cuando alguna par�a le robaban el hijo, y los entregaban los hijos a los celadores, a otros militares. Ellos se adue�aron de esos hijos como un bot�n de guerra.

No s� si ellos creyeron que nosotras nunca �bamos a hablar o que nunca podr�amos salir a decir lo que nos pasaba,.. pero fue el dolor lo que nos sac� a las calles, a muchas de las madres ... a algunas no. Todav�a hay algunas madres que no pueden decir que sus hijos est�n desaparecidos. A m� me parece, que esas mam�s, tienen un dolor tan grande, tan grande, el no poder compartir ese dolor con otras madres, es muy tr�gico, es muy ... muy feo ... pero hay que entender todas las situaciones.

Y seguir luchando ... Yo, por ejemplo, nunca dej� de estar en todas luchas que se presentaron: carpas docentes, trabajadores, todas ..todas ... a aquel que tiene problemas, yo, he tratado de acompa�arlo, porque nos pertenece el compartir ese destino de lucha, esa fuerza. Ayer nosotros, hoy ellos, y ma�ana esperemos que a nuestros hijos, a nuestros nietos no les pueda ocurra lo mismo.

 

Hoy, por ejemplo, estuve en una marcha, en la cual planteaban el no al remate de la vivienda �nica, porque �c�mo se puede defender la vivienda con un cr�dito si est�n desocupados? No hay l�gica. A nosotros en ese momento, nos quitaron nuestros hijos y ahora, en este momento, les quitan la vivienda. y... �cu�l es la lucha?...La lucha es estar juntos y no permitirlo porque es un avasallamiento, tambi�n corresponde a derechos humanos la vivienda digna y �nica.

En Buenos Aires, las madres se organizaron en seguida ...la historia del pa�uelo blanco, que se reun�an y no se conoc�an. Un d�a dijeron vamos a ponernos el pa�al de nuestro beb�, y ah� fue la creaci�n del pa�uelo blanco para encontrarse y saber que se era una madre, pero en cambio, en Rosario, no se hizo enseguida el grupo de madres, porque eran familiares. Participaban la madre, la abuela, el t�o, el padre, en fin, todos.

En aquel entonces el trabajo no me permit�a viajar, por eso, ac�, en Rosario, el primer grupo que se form� fue FAMILIARES. Ac� tambi�n participaban algunos pap�s.

 
Cuando los pap�s vieron que los hijos ya ... al principio todos pens�bamos que podr�amos encontrarlos vivos, pero cuando ya muchos se dieron cuenta que vivos ya no estaban, los pap�s se enfermaron del coraz�n y se fueron yendo y tampoco han podido ver a sus nietos, a�n cuando se han recuperado varios ni�os.

Esto cambia luego de unos quince a�os. En 1990, m�s o menos, se forma madres de plaza de mayo de Rosario.

Estamos luchando, seguimos luchando y seguiremos. Yo pienso que mientras hay vida hay lucha.

Estoy, y voy a estar toda la vida, porque el pa�uelo blanco y el t�tulo de madre de desaparecidos, que nos dieron los militares, creo que no me lo puede sacar nadie, est� grabado a fuego.

 

 

 
 
Paraná Insurgente - Todas las obras son propiedad de sus autores - Rosario, 2002